Su verdadero nombre
El nombre entero de Frida fue en realidad Magdalena Carmen Frieda Kahlo y Calderón, y lo cambió en 1935 a Frida, sacando la "e". Originalmente, Frieda significa paz en alemán, idioma que utilizaba su padre.
Frida Kahlo, mujer de característica figura y peculiar mirada, cuyo nombre evoca imágenes del surrealismo mexicano –aunque ella siempre lo negara–, nació el 6 de julio de 1907 en el seno de una familia de artistas en la que nadie podía imaginar que Frida acabaría convirtiéndose en una de las pintoras más famosas de la historia y un referente social y cultural de México y fuera de sus fronteras. Frida es la tercera hija de la unión entre el fotógrafo alemán, Guillermo Kahlo, y Matilde Calderón.
Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón posiblemente sea la habitante de Coyoacán más conocida de la historia y su casa, "La casa azul" donde nació y donde acabaría sus días, también.
Desde temprana edad, Frida Kahlo tuvo que soportar el sufrimiento físico a causa de varias enfermedades que padeció. En 1913 contrajo poliomielitis y así fue como empezó con una interminable cadena de operaciones, lesiones y accidentes que condicionarían su existencia. Esta enfermedad la hizo permanecer nueve meses en cama, y le dejó una secuela, pues su pierna derecha era mucho más delgada que la pierna izquierda.
Sin embargo, el padre de Frida, lejos de compadecer a su hija la animó y orientó hacia el deporte, favoreciendo que realizase actividades como el boxeo. De este modo, Frida comenzó a desarrollar actividades y roles que en la sociedad mexicana de las primeras décadas del siglo XX estaban claramente reservadas a los hombres. Fue con mucha probabilidad estas primeras experiencias las que la ayudaron a forjar la personalidad fuerte y libre que la caracterizaba.
Siendo una joven de 16 años, cuando realizaba estudios en la Escuela Nacional Preparatoria de esta ciudad, conoció a Diego Rivera, que estaba pintando su mural "La Creación" en la escuela. Allí tenía un grupo de amigos que se hacían llamar “Los Cachuchas”, conocidos por su rebeldía política. Su primer amor, Alejandro Gómez Arias formaba parte del grupo. Frida era una de las pocas privilegiadas que se pudieron permitir esta formación en los años 20.
Frida, no mostró interés alguno por el mundo del arte. De hecho, estaba más interesada en practicar algún deporte que le devolviera la salud tras la grave poliomielitis que sufrió de pequeña.
Frida Kahlo sufrió un accidente mientras regresaba con su novio Alejandro Gómez Arias de la escuela. El autobús en el que viajaba fue arrollado por un tranvía, quedando aplastado contra un muro y completamente destruido. Las consecuencias fueron terribles para ella; su columna vertebral quedó fracturada en tres partes, sufrió además roturas en dos costillas, en la clavícula y en el hueso pélvico. Su pierna derecha se fracturó en once partes, su pie derecho se dislocó, su hombro izquierdo se descoyuntó y un pasamanos la atravesó por la cadera izquierda hasta salir por la vagina. Esta desgracia la marcaría de por vida y sería algo que posteriormente reflejaría en sus cuadros.
Frida estuvo sin poder caminar durante tres meses y sufrió treinta y dos operaciones. Pero ello no le impidió pintar, un caballete especial le facilitaba el poder pintar estando en la cama y un espejo colocado en la parte superior le permitía verse a sí misma.
Después de su accidente, tuvo que pasar mucho tiempo de reposo en cama y fue ese tiempo en el cual aprendió a pintar. Los primeros cuadros que pintó fueron autorretratos, ya que, según decía, "me retrato a mí misma porque paso mucho tiempo sola y porque soy el motivo que mejor conozco".
En septiembre de 1926 hizo su primer autorretrato. En esa primera obra aprendió algo que haría el resto de su vida, reflejar en sus pinturas los sucesos vividos y los sentimientos que le producían.
En 1927, Frida ya había hecho varios retratos, entre esos el de su hermana menor, Cristina. Su pintura se volvió más compleja y Frida reflejó en ella el choque entre sus ansias de felicidad y la constante amenaza de su propia destrucción, a la vez que plasmaba la dicotomía entre sus sueños (de amor, de hijos) y la realidad (dolor e impotencia). “Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad”
Por entonces, Frida empezó a frecuentar ambientes políticos, artísticos e intelectuales. Acudía con frecuencia a reuniones del Partido Comunista de México, lugar que también frecuentaba el que sería su marido: el pintor Diego Rivera. Frida nunca había hablado con él, pero un día lo visitó mientras hacía varios murales en el edificio de la Secretaría de Educación Pública, para mostrarle varias de sus obras. Diego Rivera quedó fascinado y la animó para que continuara, y desde ese día fue constantemente invitado a la casa de los Kahlo Calderón.
El amor y odio que siente por el que fuera su marido, Diego Rivera, también influyó en gran parte de su obra pictórica. Su matrimonio, lleno de infidelidades y aventuras extramatrimoniales por ambas partes, se tradujo en divorcio en 1939 tras el engaño de Diego con Cristina (hermana menor de Frida) para, un año más tarde, volver a casarse. Así de complicada era su relación que, sin embargo, les produjo un gran crecimiento artístico.
En 1930, Frida quedó embarazada por primera vez, pero debido a la posición extraña del feto y a las secuelas del accidente en el autobús, el embarazo de tres meses tuvo que ser interrumpido. Este fue el primero de varios embarazos fallidos. Después del cuarto aborto se convenció de que nunca podría tener hijos, sumando así un nuevo dolor a su vida.
Frida y Diego vivieron en Nueva York. En 1932 se trasladaron a Detroit, ya que Diego tenía varios encargos de murales allí. En esa ciudad Frida sufrió otro aborto, mientras se recuperaba pintó su autorretrato "Aborto en Detroit".
En 1939, Frida y Diego se separan. Frida regresó temporalmente a su casa de Coyoacán. Fue un tiempo de ánimo depresivo en el que Frida consumió alcohol como forma de aliviar su sufrimiento físico y psicológico. En ese mismo año expuso en París en la galería Renón et Collea. Esa estancia en París la llevó a relacionarse con el pintor español, Picasso.
Después de la separación, Diego y Frida seguían compartiendo parte de su vida social. En junio de 1940, Diego viajó a San Francisco, Frida le siguió en septiembre de ese año. Dos meses después la pareja decidió casarse de nuevo. El nuevo pacto amistoso consistía en vivir juntos, compartir los gastos, seguir con la colaboración artística y suprimir de su relación la vida sexual de pareja.
Tras la infidelidad con su hermana, Frida dio un giro concluyente en sus relaciones de pareja. Ella inició otras relaciones amorosas tanto con hombres como con mujeres que continuaron toda su vida, entre los que se encuentran el escultor estadounidense Isamu Noguchi, la cantante Chavela Vargas, y la cantante y bailarina francesa Josephine Baker.
Tuvo que ser hospitalizada por una infección en la columna , y permaneció un año. En 1953 sufrió un golpe del que ya no se recuperaría: tuvieron que amputarle la pierna por debajo de la rodilla debido a una gangrena. Esto la sumió en una gran depresión que la llevó a intentar el suicidio en un par de ocasiones, utilizando para ello los opiáceos que le habían prescrito. Durante ese tiempo, Frida escribía poemas en sus diarios, la mayoría relacionados con el dolor y el sufrimiento.
En México organizaron su primera exposición individual en la Galería de Arte Contemporáneo. Frida para ese año estaba muy grave de salud y los doctores le prohibieron asistir pero Frida llegó a la exposición en una ambulancia, acostada en una camilla. La camilla fue colocada en el centro de la galería de arte; Frida tomó, cantó y contó chistes toda la tarde.
La lluvia despidió el 13 de julio de 1954 a Frida Kahlo, a los 47 años, a causa de una trombosis pulmonar. Había pedido expresamente que su cuerpo no fuera enterrado, ya que consideraba que había pasado demasiado tiempo "acostada". Sus cenizas se guardan en la Casa Azul de Coyoacán, actual museo de Frida Kahlo, el lugar que la vio nacer y crecer. El día de su entierro, el féretro fue cubierto con la bandera del Partido Comunista.
Su pasión por la vida y sus ansias de libertad, minadas por sus graves problemas físicos, se resumen en estas palabras de la propia Frida: "Pies para que los quiero si tengo alas pa’ volar".
Este es el primer autorretrato de Frida. Lo pintó como regalo para su compañero de estudios y novio, Alejandro Gómez Arias, quien había roto la relación. Se lo dio como prueba de amor con la cual esperaba recuperar su afecto y que él la mantuviera en sus pensamientos.
La paloma y el elefante posan juntos en este retrato.
Refleja uno de los momentos más traumáticos de su vida: el aborto natural que sufrió en el año 1932, mientras vivía en Estados Unidos.
Frida denuncia la violencia machista en esta desgarradora escena.
Autorretrato de los pies de la artista. En este mundo acuático primitivo flotan y se reflejan elementos da la vida de Frida, lo bueno y lo malo; pasado, presente y futuro.
Como si fuera una ilusión óptica, la pintora Frida Kahlo se desdobla en esta obra mostrando una imagen de la compleja dualidad de su persona. La Frida casada y la Frida soltera conviven en un mismo tiempo y espacio en el cual, pasado y presente convergen en un mundo onírico.
Este autorretrato explica muy claramente lo que sucedía con su cuerpo. Frida llora porque tiene rota su columna jónica (lo femenino) y sólo un doloroso corsé de metal la mantiene moderadamente firme. Tiene clavos por todo su cuerpo, simbolizando el dolor al que quizás su rostro se ha acostumbrado. Frida aguanta con resignación y estoicismo, sacando belleza donde no la puede haber, como sacar agua de ese desierto que tiene detrás.
Muy pocas mujeres han sido reconocidas debidamente por sus obras, pero sin duda hay excepciones y Frida Kahlo es una de ellas. Uno de los mayores logros de Frida sea probablemente la capacidad de convertir su propio sufrimiento en algunas de las obras más bellas y significativas del arte del siglo XX.
Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón fue una de las pintoras más conocidas de Mexico y este país fue uno de los ingredientes principales de su obra. Los surrealistas quisieron ver en Frida a uno de los suyos, pero ella siempre se mostró reticente por un motivo: ella no pintaba sueños, pintaba su realidad.
Su condición de mujer también fue principal en su obra. Rompiendo tabúes sobre el cuerpo y la sexualidad femenina siempre buscó con su trabajo alejarse de lo que podría hacer una mujer de su época y se mostró dura, excesiva, violenta, activa…es por ello una especie de símbolo del feminismo en el arte.
Deseaba como su marido, que su pintura fuera la evidencia de lo mexicano recurriendo con frecuencia a temas del folklore y del arte popular de su país. Después introduce el factor de lo fantástico en introspección libre con yuxtaposición de objetos incongruentes que realzan el impacto de su obra. Sea o no mejor pintora o mejor artista, Frida Kahlo es hoy toda una institución en Mexico. Con una personalísima pintura que mezcla elementos surrealistas, primitivistas y expresionistas.
De las 143 pinturas de Frida Kahlo, 55 son autorretratos. Sus cuadros exponen fundamentalmente los aspectos dolorosos de su vida. Expresa la desintegración de su cuerpo y el terrible sufrimiento que padeció.
Fue una mujer rota que rompió con los convencionalismos. Fue capaz de verse, de exagerarse varonil, de posicionarse por el feminismo en una época en la que el mundo estaba hastiado de los esperpénticos alardes del machismo imperante.
Así, Frida Kahlo, rechazó su sometimiento al varón, se forjó autosuficiente, se constituyó como un símbolo del feminismo, de la igualdad de género. Porque como dejó reflejado en sus obras y sentenció con sus actuaciones, todo ser humano tiene la misma posición en la escala de la vida.
Si bien la controversia fue la protagonista en la proyección de la vida de Frida Kahlo, no cabe duda de que gran parte de su esencia se constituyó a partir de una infancia y juventud marcadas por fatales designios del destino que la sometieron a un estilo de vida y a una soledad inmerecida.
Las enseñanzas de amor de Frida Kahlo se reflejan en el sufrimiento que desprende con su arte, en especial con sus autorretratos. En su pintura proyectaba sus dificultades, reconocía su exposición a la vida y trazaba paso a paso su camino de autoaceptación. Frida nos enseñó cómo es posible vivir la vida aún con los pesares y el dolor del amor.
Frida y Diego definieron su relación como quisieron y no como los convencionalismos demandaban. Así, juntos compendiaron el sinfín de sinrazones que constituye al amor, un sentimiento tan universal como inexplicable. El porqué del atrevimiento de Frida a la hora de amar a un hombre reconocido por su fama de mujeriego nadie podrá nunca determinarlo, pues el amor no es una cuestión de razones. Sin embargo, juntos evolucionaron y trascendieron como dos y como uno haciéndose un gran hueco en la historia de un mundo inmenso.
La vida de Frida estuvo repleta de desgracias y enfermedades que postraron gran parte de su vida y sus aspiraciones, como por ejemplo la de ser madre.
Así, Frida sentenció que el sufrimiento es un estado de consciencia con una frase que quedará por siempre para la posteridad. “Bebo para ahogar mis penas, pero las condenadas aprendieron a nadar”. Por último, la gran proyección de vida de Frida Kahlo nos da una verdadera enseñanza, y es que “sobre todas las cosas, necesitamos amarnos a nosotros mismos” y que solo nosotros podemos decirle “¡Basta!” a nuestro propio sufrimiento, pues solo así lograremos cultivar nuestra esencia y hacer gala de nuestro estilo.
"He tenido dos grandes accidentes en mi vida: en un autobús y Diego; Diego es, por mucho, el peor". Diego Rivera fue el eterno amor de Frida, en él depositó todas las esperanzas de amar que le quedaban después de una vida tormentosa. Él era un hombre infiel por excelencia y engañó a Frida muchas veces a lo largo de su matrimonio. Ella lo perdonó en cada infidelidad, reconociendo que el amor todo lo puede, incluyendo perdonar.
"... el matrimonio entre Frida y Diego es como la unión entre un elefante y una paloma".
-Matilde, madre de Frida
Muchos pensaban que Diego y Frida no tenían muchas cosas en común más que la pintura, pero lo cierto era que se amaban de una forma inexplicable y compartían ideologías políticas y otros gustos excéntricos.
"La única cosa que sé, es que pinto porque lo necesito".
El amarte a ti mismo radica en no olvidarte de ti y en lo que crees. Diego amaba a Frida a su manera y ella lo aceptó sin condiciones ni esperando que cambiara. La pintura la ayudaba a sobrellevar la enfermedad. Nunca se dio por vencida ni dejó de crear arte.
"No estoy enferma, estoy rota".
Frida Kahlo soportó muchas infidelidades de Diego y también las perdonó. Pero la gota que colmó el vaso fue la infidelidad con su hermana menor, Cristina. En este momento y tras su tercer aborto, Frida decide dejar a Diego y comenzar sola. Se dejaron durante cuatro años. Frida muestra fortaleza y nos deja la lección de no dejarnos caer y saber que nunca es tarde para ser feliz.
La vida de Frida Kahlo siempre fue enfermiza. Cuando era adolescente sufrió un accidente que la paralizó el
resto de su vida. Vivía entre su cama y hospitales, donde tenía tiempo de dibujar todo lo que llegaba a su cabeza y emociones que plasmaba a través de autorretratos.
Kahlo consiguió traducir el dolor en algo bello, logró transformarlo en pasión. Su famosa frase: «Pies para qué os quiero si tengo alas para volar», resume muy bien su concepción de la vida y como no perdió la esperanza a pesar de las más de treinta operaciones que llevaba a sus espaldas.
"Nunca pinto sueños o pesadillas; pinto mi realidad".
La tristeza es el único sentimiento que tiene un resultado fatal en el ser humano.
Tener un diario en el que escribir o dibujar todo lo que nos pasa, sirve de medicina para el alma. Frida forma parte de los artistas que evidenciaron su vida a través de libros que guardan información valiosa y donde se leen sentimientos y no sólo palabras.
Frida Kahlo es un ícono de la moda en México y el mundo. El estilo que la caracterizaba en los años treinta
sigue siendo inspiración para la moda mexicana e internacional. Grandes casas de moda han creado majestuosos diseños inspirados en la pintora mexicana.
Su colorida ropa hicieron de Frida Kahlo un referente de lo que es México, en su cultura y sofisticación. Ella pensaba que tener estilo era cuestión de ser quien eres dejando a un lado la pretensión.
"Nada es absoluto. Todo cambia, todo se mueve, todo gira, todo vuela y se va lejos". Frida nunca pensó en ser artista. La vida la llevó al arte por el accidente que sufrió. Ella quería ser doctora.
"Al final del día podemos soportar mucho más de lo que creemos".
Frida se caracterizó por ser una mujer fuerte que logró muchas cosas importantes. Su obra como su vida son guías para muchas personas que buscan una identidad y que la encuentran en el arte.
"Espero que la salida sea alegre y espero nunca regresar".
Las adicciones mataron a Frida. El exceso de alcohol y la anemia acabaron con su cuerpo, pero nunca con su espíritu de fuerza y alegría.
Siempre encabezó grandes fiestas en las que no dejaba de cantar y disfrutar la vida que tanto sufrió. Ella misma era su motivo de vida y muerte.
Frida celebró su esencia más femenina desde su feminismo más existencialista. Hoy entendemos, gracias a ella –entre otras–, que el feminismo y la feminidad se complementan y potencian mutuamente. La mexicana «defendió su espacio artístico frente a su avasallador y exitoso marido», «vivió su bisexualidad sin culpa y su relación matrimonial en libertad» y «se resistió a presentarse como sumisa y dulce», por el contrario siempre expresó fortaleza. Potenciaba sus rasgos masculinos, exagerando cejas y bigote, al tiempo que hacía alarde de su feminidad a través de sus vestidos y joyas o su larga melena adornada con flores. Fue una de las primeras en demostrar que feminismo y feminidad no son términos excluyentes: el estereotipo de feminista con pelo corto y sin depilar hace tiempo que pasó a mejor vida.
«Frida es una de las mujeres más aclamadas e imitadas de los últimos cien años». Además de por su obra, por su personalidad. Para entender y valorar sus cuadros es necesario conocer su biografía y saber el significado que esconden detrás. A pesar de que sus coetáneos criticaban el mal gusto de pintar sobre la enfermedad y la muerte, en los 80 su obra fue revalorizándose hasta alcanzar cifras astronómicas en la actualidad. Ella misma cambió su biografía para convertirse en mito: alteró su fecha de nacimiento, suprimió la ‘e’ de su nombre para que sonara menos extranjero y se retrató como indígena aunque jamás había vivido como tal. «Tan absurdo y fugaz es nuestro paso por el mundo, que solo me deja tranquila el saber que he sido auténtica, que he logrado ser lo más parecida a mí misma», escribió.
Su matrimonio con Diego Rivera fue muy tormentoso. Se engañaban mutuamente y hasta llegaron a divorciarse para volver a casarse después. «A pesar de ello, Frida fue su compañera inseparable: durante más de veinticinco años ejerció de esposa, amante, colega, hermana y amiga». Ambos tenían una sed inagotable de sexo y Frida buscaba calmar su dolor físico y mental a través del placer acostándose con hombres y mujeres. Sabían que se engañaban mutuamente pero Kahlo no pudo perdonarle que la traicionara con su propia hermana. Cuando Diego le pide matrimonio a Frida añade: «Pero no te ofrezco fidelidad», a lo que ella responde: «Prefiero tu lealtad».
"La belleza y la fealdad son un espejismo. Todos terminan viendo nuestro interior".
Frida destacó sus defectos para reivindicar la belleza de lo imperfecto y potenció todo aquello de su físico que la hacía ser diferente y auténtica.
Antes de que muchas celebridades hicieran gala de sus axilas sin depilar como reivindicación feminista o de que Lana del Rey y otras artistas decoraran sus melenas con coronas florales, Kahlo ya lo había hecho primero.
«Por eso la muerte es tan magnífica, porque no existe. Porque solo muere aquel que no vivió. Porque sigue viviendo quien después de muerto produce en los que le continúan sensaciones nuevas, anhelos y deseos», escribió la artista. Frida logró convertirse en un ser eterno a través de su obra. También su estilo y su personalidad siguen provocando una fuerte atracción, casi una adoración religiosa, en todo el mundo. Numerosas estrellas actuales como Madonna, Salma Hayek o Patti Smith han expresado su admiración por ella en numerosas entrevistas.
La moda como el arte de ser. Frida rompió la asociación entre la ropa y las clases sociales, Frida entendía la moda como el arte de ser quien uno es, no como una imitación.
Ella protagoniza la mitad de sus cuadros. Fue algo así como «la inventora del selfie» y compartió su imagen incansablemente para sentirse menos sola. También posó como modelo en las que se podrían considerar como unas de las primeras fotografías de moda. Concluye M. Vidal: «Frida Kahlo deseó dejarse a sí misma como el mejor legado para que la historia la resucitara y le devolviera la gloria que la vida le arrebató». Y lo logró.
El nombre entero de Frida fue en realidad Magdalena Carmen Frieda Kahlo y Calderón, y lo cambió en 1935 a Frida, sacando la "e". Originalmente, Frieda significa paz en alemán, idioma que utilizaba su padre.
Su salud fue delicada ya desde muy pequeña: a los 6 años tuvo poliomielitis y, a causa de esta enfermedad, le quedó una pierna algo más corta que la otra. Sus compañeros de clase la apodaron “Frida pata de palo”, sobrenombre que usó para firmar algunos de sus cuadros.
Frida tenía sangre española, india y alemana. Su padre era alemán y su madre descendiente de españoles e indios americanos. Su padre trabajaba como fotógrafo (incluso trabajó para el mismísimo Porfirio Diaz). Este trabajo, bien remunerado, le permitió ofrecer una buena educación a sus hijas.
Antes de convertirse en pintora, Frida fue estudiante de medicina, de hecho fue una de las primeras mujeres en estudiar en la Preparatoria Nacional. Aunque el destino tenía otros planes para ella...el accidente hizo que despertara su lado artístico.
Un día, mientras estaba en un autobús con su primer novio, Alejandro Gómez Arias, se dio cuenta de que se había olvidado el paraguas en la escuela. Decidieron bajar para volver a por él, y tomar luego otro bus. Esta decisión cambió radicalmente su vida. Este bus tuvo un accidente muy grave. Dicen que uno de los pasajeros transportaba unos polvos dorados que, tras el accidente, cubrieron el cuerpo ensangrentado de Frida.
Frida nunca llegó a recuperarse plenamente: a lo largo de los años se sometió a unas 35 operaciones quirúrgicas, tuvo que llevar corsés de yesos, y en general atravesar periodos de mucho dolor físico. Algo muy recurrente en sus cuadros son las mariposas: ella decía sentirse frágil como las alas de este animal.
Su apariencia era, cuanto menos, diferente. Dejo crecer el vello de sus cejas y su bigote era bastante marcado, no se depilaba las axilas ni las piernas, e incluso en sus autorretratos lo exageraba, en un acto de rebeldía contra los estereotipos. Además siempre vestía con prendas locales, en especial el traje de Tehuana, una traje regional típico de Tehuantepec en Oaxaca, una sociedad claramente matriarcal.
Ella decía que en su vida tuvo dos grandes accidentes: el primero fue el del autobús, y el segundo fue Diego Rivera. Él nunca supo serle fiel y mantenían una relación muy peculiar. La madre de Frida, al enterarse de que su hija se casaría con Diego (20 años mayor que ella, comunista y no muy agraciado físicamente) dijo que parecían un elefante y una paloma.
Al principio de la relación, Frida sufría mucho por las traiciones de Diego, aunque pronto comenzó a hacer lo mismo. Es más, dicen que Frida buscaba a las amantes de Diego y les decía que ella sería capaz de amarlas mucho mejor que él. Y en muchos casos tuvo la oportunidad de demostrarlo. Sí, Frida era bisexual, tenía una visión muy liberal de la sexualidad. A lo largo de su vida tuvo varios amantes, entre los cuales destacan el fotógrafo americano Nickolas Muray (gracias a él podemos disfrutar de tantas fotografías de Frida), León Trotski y Chavela Vargas.
Produjo cerca de 200 pinturas, dibujos y esbozos; 143 fueron pinturas, de las cuales realizó 55 autorretratos. Decía: “pinto autorretratos porque estoy mucho tiempo sola, y me pinto a mí misma porque soy a quien mejor conozco”. Frecuentemente, utilizaba a los monos en sus pinturas, que en la mitología mexicana significan lujuria, pero para ella significaban la ternura y protección.
André Breton pensaba que Frida era una artista surrealista (aunque tras visitar México dijo que lo que de verdad era surrealista… era el país). Gracias a él y a su admiración por ella, Frida participó en una exposición en París. Su cuadro “El marco” fue la primera obra de un artista mexicano del siglo XX comprada por el Louvre.
Frida pasó una temporada en Estados Unidos con Diego. Pero no le gustó nada. Lo encontraba frío, gris, capitalista y echaba muchísimo de menos México, sus colores, su alegría y su comida. En Estados Unidos (concretamente en Detroit) tuvo un aborto, que le inspiró para pintar uno de sus cuadros más crudos: “Henry Ford Hospital”.
También vivió en París, donde conoció a grandes representantes del arte y se ganó su admiración. Su personalidad excéntrica, su pintura particular y su espíritu libre, conquistó a más de un artista en sus viajes por el mundo. Uno de los que más la admiraba era Pablo Picasso.
Las últimas palabras que se leen en su diario son “espero una salida feliz y espero no volver jamás”.
En 1954 su salud empeoró bruscamente y murió el 13 de julio con solo 47 años. En el mismo año pudo cumplir un sueño: tener una exposición propia en México. Su doctor le había prohibido salir de la cama… así que ella asistió ¡en su cama!
A Frida le encantaba la cerveza y su favorita era la Bohemia, marca que hizo una edición limitada de la pintora.
La letra de la canción "Scar Tissue" del grupo Red Hot Chili Peppers está dedicada a Frida Kahlo.
Frida sabía que a Diego le gustaba tanto su manera de vestir como su largo cabello negro. En Autorretrato con pelo cortado de 1940, Frida, cansada de sus infidelidades, renuncia a los atributos de su feminidad y se muestra vestida con un gran traje de hombre y sentada en una silla amarilla sobre un suelo de colores rojo y naranja rodeado por su cabello cortado, en la parte superior del cuadro aparecen escritos los versos de una canción mexicana: “Mira que si te quise, fue por el pelo, ahora que estás pelona, ya no te quiero”.
Entre 1937 y 1939, León Trotski y su esposa vivieron exiliados en la casa de Frida en Coyoacán huyendo de Rusia. León era una de las principales figuras de la Revolución y se había enfrentado al líder de la Unión Soviética: Josef Stalin. Fueron las gestiones de Diego Rivera, quien admiraba al líder ruso, ante el gobierno mexicano, lo que permitió que Trotski pudiera establecerse en México. Tal vez Kahlo vio ahí la oportunidad de llevar a cabo una refinada venganza, iniciando una relación amorosa con Trotski, al quien tanto admiraba su marido. Después del asesinato de León, Frida y Diego fueron arrestados y acusados por ello, pero luego fueron dejados en libertad.
En mayo de 2016, gracias a la venta por 8 millones de dólares de su obra Dos Desnudos en el bosque, destronó a Rufino Tamayo como el artista mejor vendido de América Latina.
Aunque su certificado de nacimiento dice que nació el 6 de julio de 1907, Frida Kahlo decía que su fecha de nacimiento era 7 de julio de 1910.
No lo hizo para parecer tres años más joven, sino simplemente porque amaba a su país de origen y quería que su año de nacimiento coincidiera con el año de la Revolución Mexicana y el comienzo de un México moderno en 1910.
Tanto Kahlo como Rivera eran simpatizantes del comunismo.
Tras el accidente, Frida quedó con graves problemas para concebir y nunca pudo cumplir su sueño de ser madre. Sufrió varios abortos cuyo dolor quedó reflejado en sus obras.
En la casa donde vivía habían muchos loros y pájaros. Sus favoritos eran los monos.
Frida escondía, tras su mirada, una pasión irrefrenable y unas enormes ganas de vivir. A pesar del dolor y de la decadencia de su cuerpo en los últimos años, el mensaje de Frida en su último cuadro (¡Viva la vida!) no hace sino celebrar su existencia.
El nombre del disco Viva la vida, de Coldplay, está inspirado en este cuadro de Frida. Chris Martin, vocalista del grupo, dijo que lo atrajo la vivacidad del cuadro totalmente opuesta al sufrimiento que experimentaba la pintora.
La artista nació en la casa familiar que posteriormente se convertiría gracias a la perseverancia de su
marido Diego Rivera en el Museo de Frida y que ha pasado a ser popularmente conocida como la Casa Azul.
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